"Después del curso decidí practicar conmigo y me sentía muy abrumada, y cuando hice los ejercicios, empecé a sentir un cosquilleo en la zona frontal, y me sentí muy tranquila. Suelo hablar mucho con Dios, lo que me da mucha tranquilidad y paz. Al hacer los ejercicios, me vinieron a la mente versículos de la Biblia, que ni siquiera había aprendido, pero que en este momento que tenía que tomar muchas decisiones, y el versículo me decía algo así como "No temas, no estas sola, no te desalientes", y me llegó el numero del versículo, y comencé a sentir una fluidez, como una sensación de mucho amor y gratitud, por el momento en el que estaba transitando en mi casa, con mi familia. Y me emocioné mucho en esa ocasión, y sentí mucha paz, me suele pasar en mi relación espiritual con Dios, y lo he vivido de una manera muy real. Pero al hacer los ejercicio de Brain Gym, fue distinto, me imagino que el cerebro se prepara biológicamente, o se equilibra, para poder recibir este tipo de cosas, y me siento muy tranquila, aunque tengo muchas cosas que hacer, tengo una sensación de tranquilidad y paz. Creo que es la sabiduría de Dios a traves de los ejercicios. Llamo a todo esto, inteligencia espiritual, tan necesaria en estos tiempos, y se potencia, con los ejercicios de Brain Gym. Me sorprende ver la obra magestuosa de Dios en nuestro cerebro."
Comentario de la Dra Buscaglia: Inteligencia espiritual, qué buena expresión, ya que al meditar, o en este caso, al hacer los ejercicios se conecta activando el hemisferio izquierdo con un centro llamado "God Spot" , que se lo conoce como la conexion con Dios. Gracias por tan lindo testimonio.
Testimonio de alumna de Brain Gym, Lic. Liliana Escalante
Luego de entrar en el estado de relajación, y conectarme con la sensación de ansiedad y preocupación en mi cuerpo, esto por el interés de dejar de fumar, mi mente viaja al pasado, a un momento anterior, donde me veo de pequeña, quizás unos 5 años, intentando abrir la puerta del cuarto de mi madre. La puerta está cerrada con llave, y no logro escuchar ningún ruido dentro, me observo preocupada y con una angustia de no saber qué pasa allí dentro. Entiendo como adulta que está observando esta situación, que por un lado mi madre no se siente bien y necesita estar en su habitación por los bajones de ánimo que tenía, y por otro lado, me observo a mí sin entender nada de esto. Así que como adulta, aparezco en esta imagen, y decido ir en busca de esa niña que está intentando abrir la puerta, y la tomo de la mano y la llevo en silencio hacia otro lugar de la casa, al living, donde está la puerta abierta de la entrada de la casa y entra luz y calor de afuera, y se logran escuchar los pajaritos. En silencio, sin ninguna palabra, le muestro cómo poder sentarse en el suelo, con las piernas cruzadas, a lo indio, e intuitivamente ella hace lo mismo. Comenzamos a respirar en silencio, inflando el estómago como un globo y botando el aire controladamente, concentrándonos en el exterior y luego en el interior, y veo cómo su carita se va relajando y va entrando en un estado de paz y de quietud. Algo muy bonito que ocurrió antes de hacer este ejercicio, fué cuando estuvimos haciendo el de la habitación interior, pude visualizarme a mí también en esta misma postura de meditación, como mi verdadero yo, una versión en completo control de mí misma, con una luz tan potente que solamente me veía como un ser de luz, no lograba diferencias detalles ni otros colores, simplemente veía esta Paulina llena de luz incandescente. Así que cuando me veo sentada en el living de mi casa, con esta niña de 5 años, recuerdo esta imagen de mi verdadero yo, y logro ver pasado, presente y futuro con un mismo sentir, siendo una experiencia que llenó mi corazón de calma y gratitud.
Experiencia de una alumna del Curso de Hipnosis Ericksoniana
Con la hipnosis estoy fascinada y feliz. Esperé para contarles también algunos resultados. Quiero comentarles que la estoy aplicando todos los días. Me manejo con las inducciones del manual y para elegir cual es la adecuada para cada persona hago el Autotest que aprendimos contigo en el curso del Test de Resistencia Muscular. De verdad que esta combinación da una exactitud para determinar qué es conveniente trabaja con cada consultante que los resultados se notan desde el primer momento. Comento lo del Test de Resistencia Muscular, porque con Rosana fuimos compañeras de ese grupo. La mecánica que utilizo es ponerme en contacto con la energía de la persona, antes de la consulta y encontrar la inducción que necesita. Como dice Susana, el Test de Resistencia Muscular es la técnica del futuro y no me cabe duda alguna por la exactitud de las respuestas que se logran. Una vez que elijo la inducción cuando llega la persona le explico que utilizo ese método para elegir la hipnosis y hasta ahora en todos los casos tiene una relación perfecta con lo que la persona estaba trabajando. Quiero comentarles la mejoría notoria de una paciente que trato desde hace mucho tiempo, de la época en la que hacia psicoanálisis.
Testimonio de alumna del Curso de Hipnosis y Test de Resistencia Muscular
Son muchos años con formaciones de todo tipo y, en todas ellas, debido a mis propias heridas vitales, he encontrado dificultades, tanto para participar en el grupo como para realizar la parte práctica.
La formación de Brain Gym con Susana Buscaglia ha marcado un antes y un después.
El grupo ha sido una bendición. Esa unión de almas que se da raras veces y en las que resuenas como una nota musical dentro de una partitura deliciosa conformada por todos. En ese abrazo y con la guía de Susana, he podido, no solo integrar lo expuesto en la parte teórica sino hacer tanto de terapeuta como de paciente, sin miedo, entregándome al proceso y experimentando en propia piel, los cambios que se iban produciendo mientras se realizaban los diferentes movimientos.
Posteriormente, en mi consulta, personas con grandes dificultades para estar presentes y disfrutar en su día a día, han encontrado equilibrio y paz al realizar los ejercicios propuestos siguiendo las orientaciones de Brain Gym para cada caso particular.
En tiempos de incertidumbre y caos como este, un regalo para el alma.
Gracias Susana por devolverme el sueño!
Un abrazo grande.
Palabras de agradecimiento de una alumna
Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo, producir frutos buenos (…) Por sus frutos los reconocerán.” (Mateo 7, 18 y 20)
Esta frase del evangelio de Mateo, la cual el discípulo utiliza para distinguir y/o discernir entre los bueno y malos profetas… creo que bien se podría aplicar para evaluar los métodos terapéuticos que son efectivos, simples, de fácil aplicación… de los que no lo son o se quedaron en el tiempo, con conocimientos arraigados pero no actualizados… Por ello creo que podemos aplicar este concepto, el de los frutos a los métodos y evaluarlos por los “frutos” que dan… algunos frutos pueden ser pequeños, otros más importantes… pero lo importante y efectivo es que los frutos se puedan ver… saborear al fin!
Hace unos años participé por primera vez de la capacitación en Brain Gym 101 junto a una amiga. El grupo era muy lindo, la entrenadora nos contaba todos los beneficios de la técnica e hizo algunas demostraciones con personas que se fuero ofreciendo para la práctica. Por más que yo veía que los participantes que se habían ofrecido para las prácticas manifestaban cosas maravillosas… en el fondo me costaba creer que aquello no fuera adulación a la profesora. Porque… ¿acaso unos simples movimientos podían efectuar tantos cambios?… Algo dentro de mí se resistía a creer que fuera así.
Llegó el momento de la “Equilibración de la escritura” y finalmente me ofrecí yo como consultante.
Hasta el momento, eran varias las personas que me decían que escribía muy lindo… sin embrago yo no terminaba de creer aquel alago. Somos 3 hermanas, yo soy la menor, y la mayor siempre se caracterizó por escribir muy bien! Incluso ganó algún premio en algún concurso local. La segunda era excelente en matemáticas y yo, la menor, era “pareja”. Me iba bien tanto en las ciencias abstractas como en lo que se refería a la literatura… Sin embrago, amigos y conocidos insistían en que escribía muy lindo… y para mí era algo que siempre juzgaba como “no muy bueno”.
Creo que la facilitadora intuyó mi desconfianza, y tal vez aquello le sirvió de desafío para mostrarme con confianza lo que el BG podía. Comenzamos a trabajar. Conté algo de este tema y la meta fue: “Puedo escribir sin juzgar lo que escribo y disfrutando”. Hicimos el PACE, luego las actividades previas y aquí… un gran hallazgo! Apareció algo medio molesto que la facilitadora observó rápidamente… No recuerdo bien si fue al sostener el lápiz o al escribir las letras del alfabeto. El poner la meta en circuito me llevó al momento en el que había comenzado a escribir, o sea mi primer grado de la escuela primaria (6 años). En aquél entonces, los niños comenzábamos a introducirnos en la escritura con letra cursiva, bien redonda y lápiz negro. Con frases tales como “Mi mamá me ama, Mi mamá me mima o Amo a mi mamá”. Fue en ése momento en que recordé el desastre que había sido mi inicio escolar!! Mi letra era enorme, apretaba tanto el lápiz que luego se hacía difícil borrar y corregir lo que había salido mal. Es que mi inicio escolar había coincidido con un viaje al extranjero de mis padres. Se habían ido por casi 2 meses de viaje y la comunicaciones, lejos estaban en parecerse a lo que son hoy!! Las llamadas telefónicas eran escasísimas, se debían pedir con muchas horas de antelación (a una operadora) y la manera más usada eran las cartas. Que si bien demoraban entre 7 a 10 días en llegar… uno podía expresar y contar con más detalles la vida diaria. En ésas condiciones yo había comenzado a escribir… debiendo repetir “Mi mamá me ama, mi mamá me mima” sin apenas recordar, por momentos, la cara de mi madre.
El descubrimiento y la asociación que hizo mi cerebro fueron increíbles… Realizamos la lista de aprendizaje, luego las actividades posteriores y verdaderamente ¡Celebramos o mejor dicho Celebré! El haber debelado mi traba, o en dónde se había quedado estancada mi inseguridad.
Pasó el tiempo… y poco a poco, primero tímidamente y luego con mayor confianza, comencé a escribir… Disfrutando plenamente hacerlo. Ayudé a escribir 2 libros a un sacerdote amigo, escribí varios proyectos de ayuda social y estoy terminando de escribir un libro propio. No emito juicios de lo que escribo… escribo lo que me va dictando el corazón confiando que si disfruto y me ayuda a mí el hacerlo… alguien también disfrutará y le ayudará el leerlo.
Por los frutos los conocerán… los frutos no se ven inmediatamente… Muchas veces hay que esperarlos… Saber esperarlos y seguir trabajando la tierra es un arte en sí mismo… Puedo decir que el Brain Gym fue el catalizador, el fertilizante o el labrador que removió la tierra de aquél árbol de más de 35 años… que aún no había dado frutos.
Y ése árbol comenzó a dar frutos… frutos pequeños, discretos, no muy conocidos. Un tanto exóticos… pero frutos al fin! Y lo más importante… disfrutó tan sólo de producirlos!